La psilocibina, el componente activo de los ‘hongos mágicos’, se ha convertido en la sustancia más estudiada en estudios clínicos e investigaciones durante la última década, superando de lejos similares investigaciones en torno a la MDMA y al LSD, dos moléculas mucho más estudiadas tradicionalmente en los laboratorios.
Concretamente, durante el pasado año se publicaron en Estados Unidos 204 ‘papers’ de investigación en torno a la psilocibina, un número sustancialmente superior a los 151 dedicados a la MDMA o los 132 al LSD, según la investigación llevada a cabo por Lucid News. Estas cifras representan un vuelco en las tendencias históricas en torno a estas sustancias, habida cuenta que entre 1947 y 2021, el número total de ‘papers’ dedicados a la psilocibina (1.381) apenas representaban una fracción de los 5.622 protagonizados por el LSD y los 5.609 a la MDMA. Es decir, la psilocibina apenas suponía un 9% del volumen de investigaciones, frente a un 35% de cada una de las otras dos moléculas, tal y como se aprecia en este gráfico elaborado por Lucid News:

Los datos están extraídos de la base de datos de ensayos clínicos con psicodélicos del National Institutes of Health (NIH).
En lo que concierne a ensayos clínicos con voluntarios, la tendencia es muy pareja: el 62% de los ensayos con psicodélicos que se realizan actualmente en el mundo utilizan la psilocibina, muy por delante del 17% de la MDMA y el 6% del LSD, según los datos que maneja clinicaltrials.gov. Sustancias como la ayahuasca sólo aparecen marginalmente, con un único ensayo clínico activo, frente a los 64 llevados a cabo entre 1964 y la actualidad. Una vez más, he aquí la tabla resumida por la publicación especializada:

El ‘efecto micelio’
¿A qué se debe este repentino interés por la psilocibina? Según Louie Schwartzberg, director del aclamado documental ‘Fantastic Fungi’ y fundador de la organización Global Wellness Institute’s Psychedelics & Healing Initiative, el auge de los hongos mágicos estaría directamente relacionado con el aislamiento sufrido a raíz de la pandemia de Covid. En este mundo post-pandémico, los hongos, especialmente los hongos psilocibe, ofrecen una conexión con el mundo natural, forjan la comunidad y sanan de un modo inalcanzable para los fármacos e incluso medicaciones psicodélicas: «Los hongos pueden transformar tu consciencia y hacerte sentir esta última conexión con todos los seres vivos del planeta», afirma Schwartzberg.
Por su parte, el investigador británico David Nutt, del Imperial College de Londres, tiene otra hipótesis: «Los políticos saben cómo deletrear LSD y MDMA, pero no saben pronunciar ‘psilocibina’, de modo que se han mantenido al margen de campañas contra la investigación con psilocibina», bromea Nutt.
Más información en Lucid News. Ilustración de Nicki Adams.
Y además:
Josep María Fàbregas: «La psicoterapia con con psilocibina arroja resultados prometedores»