¿Cuál es tu tarea en Bmed y qué es exactamente el proyecto de investigación en el que estás embarcada?
Estoy encargada del área de investigación de BMed. El proyecto que estamos llevando a cabo actualmente trata de conocer el potencial de la ayahuasca asistida con psicoterapia para la prevención del vuelo prolongado. Queremos comprobar si la ayahuasca facilitada dentro de un contexto terapéutico puede ayudar a las personas a continuar el proceso del duelo sin que se quede cronificado.
¿Por qué es importante este estudio en este momento?
Estamos atravesando una pandemia muy grave, donde mucha gente ha muerto de formas muy abruptas y sin preparación, muy solas en el hospital. La gente no se ha podido despedir de sus allegados; algunos ni siquiera han podido enterrar a sus muertos ni abrazarse a sus seres queridos en los pocos funerales que se han podido celebrar, y todo esto lleva a una alienación de lo que es un proceso natural de vida y muerte. Estas circunstancias tienen muchas papeletas para que el duelo pueda cronificarse, que se quede hay una herida sin poderla cerrar bien y va a abriéndose en los momentos que menos lo esperemos.
Creo que este estudio llega en un buen momento porque damos la oportunidad a las personas para poder hacer estos rituales que no pudieron hacer en su momento.
El estudio nos da la oportunidad de poder hacer unos rituales con una planta medicinal, que nos permite ampliar la visión sobre la vida y la muerte del ser humano.
¿Por qué precisamente ayahuasca?
‘Ayahuasca’ en quechua significa la ‘liana de los muertos’ o la ‘enredadera de las almas’, y esto es porque de alguna forma conecta al ser humano con un mundo espiritual, un mundo más trascendente. Al margen de las creencias religiosas o filosóficas que cada uno pueda tener, la muerte siempre es el Más Allá. Aunque en Occidente lo entendamos como el fin último de la existencia y la nada, aunque lo entendamos como esa nada ciega y vacía, ese otro lado existe y entonces la ayahuasca, como su nombre indica, tiene ese potencial de conectarte con ese otro lado. Lo que hemos visto a lo largo de las investigaciones que hemos ido haciendo es que el potencial terapéutico de esta planta en los procesos de este duelo es muy amplio y muy variado, pero hay un fondo común que es ayudarte a dar otro paso y continuar avanzando en el proceso del duelo, porque el duelo no es un problema que hay que resolver ni un estado del que haya que salir. Es un proceso natural en la vida del ser humano y es un proceso que tenemos que caminar. Hay algo que es un subyacente a casi todos los procesos y es esa ampliación de la visión y de la comprensión sobre la vida y la muerte, y las relaciones sobre nosotros y los que se han ido.
¿Cómo están reaccionando al estudio los primeros participantes en el mismo?
Lo que nos hemos encontrado es que la mayoría de las 16 personas que han participado hasta ahora nos dicen “gracias por poner esto en marcha, porque creo que es la mejor el mejor contexto que podríamos encontrar para poder honrar a nuestros seres queridos y para poder sanar nuestro corazón”. Esto suele venir de gente que ya ha hecho ayahuasca previamente. Más de la mitad delos participantes no han tomado ayahuasca antes y están plenamente abiertos, porque ven la falta de herramientas y de recursos que tenemos en Occidente.
Tenemos personas de 66 años que nunca han tomado psiquedélicos y que vienen muy interesados porque han leído sobre potencial que tiene la ayahuasca para ampliar nuestra cosmovisión sobre la vida de la muerte. ¿Por qué quieres participar en el estudio? “Porque necesito respuestas. Necesito saber por qué me ha pasado esto, por qué he perdido a mis dos hijos en un mismo año… hay algo que tengo que aprender”. Para estas personas creo que es una herramienta como en la que no podríamos ofrecer desde ningún otro lado de la psicoterapia, porque las respuestas que tienen las personas forma natural. Respuestas que te llevan a otras preguntas que nos ayudan a entender cada vez más un poquito más y cada vez hacernos más humanos, porque cuanto más conoces, más compasión y empatía tienes por los demás; sientes que somos efímeros como una gota de rocío.
¿En qué consiste exactamente el contexto en el que vais a dar la ayahuasca a los participantes en el estudio?
Es difícil hacer un estudio así dentro de la sanidad pública, tal y como está concebido el sistema sanitario a día de hoy. Cuando Gaudí cuando creó el Hospital Sant Pau en Barcelona lo hizo a las afueras de la ciudad, en un sitio más tranquilo, más cercano de la naturaleza, con pequeñas casitas y caminos lindos para conectar cada uno de los centros, porque él entendía que para sanarse el contexto y el ambiente eran muy importantes, y para eso tenías que salirte fuera de el bullicio de la sociedad y estar más en conexión con la Naturaleza. Creo que en el fondo, Gaudí que tenía mucha razón con esta visión. El tipo de hospitales y de centros sanitarios que tenemos ahora, donde todos son pasillos larguísimos, llenos de puertas con luces fluorescentes, no ayuda a nada a curarte. La gente teme ir al hospital porque eso es un lugar bastante hostil.
Por tanto, el estudio no se hace en un entorno clínico…
Tenemos la oportunidad a día de hoy de trabajar en colaboración con el Santo Daime, una iglesia que utiliza la ayahuasca como un sacramento. Ellos nos facilitan la sustancia y, con su colaboración con ellos, vamos a buscar un sitio que esté en la naturaleza, que esté resguardado, que sea cálido y acogedor para hacer este tipo de ceremonia. ¿Por qué hacemos una ceremonia y no hacemos una sesión psicodélica de psicoterapia? Porque creemos que el duelo es distinto cualitativamente cuando se pasa en soledad que cuando se pasa en compañía, y creemos que el aspecto comunitario de poder hacerlo en familia, afianza mucho los lazos y da un sentido de realidad compartida que es más grande que cuando vives las cosas a nivel individual. Este estudio lo que quiere, en un meta-paso, no es solamente curar a las personas a nivel individual y clínico, sino también crear cultura y que nosotros, los occidentales, que hemos perdido nuestros ritos de paso y de transición como en el caso de los muertos. Con la ayahuasca, las familias se pueden sentar alrededor de un fuego, y pueden tomar esta esta planta sagrada y medicinal y traer la presencia de aquellos que no están.
De hecho, la ayahuasca se utiliza originariamente para reforzar los lazos y cohesionar la comunidad, ¿es así?
Exactamente. Esto ha sido un legado transcultural que hemos heredado y que tiene una capa extra de efecto terapéutico. Siempre se ha tomado así en las tribus indígenas, y así es como ha llegado a Occidente, si bien creemos que tiene un potencial mucho más grande. Aparte, en el aspecto más material, abarata mucho los costes porque no es lo mismo hacer terapia para una persona que hacerlo a un grupo de personas. Además, tiene un nivel extra de potencial terapéutico, que es la parte social de familiar y comunitaria que no se suele tocar en la psicoterapia individual.
¿Qué requisitos debe cumplir una persona para entrar para por el poder participar en este estudio para ser elegible?
Tiene que haber perdido a su ser querido en los últimos 12 meses -no tiene por qué haber sido de Covid, por supuesto- y tiene que ser un familiar de primer grado (padres, hijos, hermanos y pareja). Por otro lado, es cierto que la ayahuasca no es para todo el mundo. No queremos es poner en riesgo a personas que puedan ser vulnerables; por tanto, hay dos criterios muy claros de exclusión: que la persona tenga presión arterial alta o que haya padecido algún tipo de enfermedad mental. Para estas personas no es más aconsejable tomar tomar ayahuasca. Por otra parte, las personas que entran en el estudio no deberían de estar haciendo otro tipo de intervención psicoterapéutica a lo largo de el estudio.
Este estudio se está llevando a cabo en Cataluña, ¿cuándo y dónde se hacen las ceremonias?
Estamos completando los dos grupos controles del estudio. Hay un grupo que va a hacer nueve sesiones de psicoterapia -que se hacen online- es una hora semanalmente a lo largo de nueve semanas. Hay un equipo de cuatro psicólogos, algunos de ellos son bilingües inglés-español. Estas personas van a tomar, si ellos quieren, ayahuasca a lo largo de un fin de semana en una casita que está a las afueras de Barcelona, en la naturaleza, y se condensan desde un viernes por la mañana hasta un domingo después de comer esas dos ceremonias. Esas personas también tienen dos sesiones de integración a lo largo de las dos siguientes semanas también de forma online con el psicólogo de referencia.
Por tanto, cada participante va a participar en un fin de semana con ayahuasca.
Para estos para estos dos grupos iniciales habrá dos ceremonias condensadas en un fin de semana que, por supuesto, son opcionales. Nada es obligatorio para estos grupos. Cuando cuando comenzamos con el grupo experimental será de otra forma pero ahora por ahora es así.
Más información en el Área de Investigación de BMed.
Inclusión
Varones y mujeres de entre 18 y 65 años
Que hayan perdido a un familiar de primer grado
Que haya transcurrido un máximo de 12 meses
desde el fallecimiento de su familiar
Exclusión
Mujeres embarazadas o en período de lactancia
Alteraciones cardiovasculares
Presentar trastorno psicótico o antecedentes del mismo
Presentar trastorno bipolar o antecedente del mismo
Abuso de sustancias psicotrópicas y alcohol
Recibir terapia farmacológica o psicológica de forma regular
para el tratamiento del duelo prolongado durante el estudio
Think Tank fundado en Gran Bretaña en 1998 por Amanda Feilding, pionero en la investigación con psicodélicos en el campo de la salud mental.
La organización puntera en la investigación con psicodélicos en el mundo. MAPS de Rick Doblin lidera a nivel global los programas de formación de terapeutas psicodélicos
La figura de Stan Grof en la historia de los psicodélicos alcanza la categoría de leyenda. Su legado cobra forma de un minucioso programa de formación sobre la psicoterapia con psicodélicos.